lunes, 27 de septiembre de 2010

Padre Fantino

Juan Francisco Fantino Falco nació en Borgo, San Dalmazzo, Italia (domingo, 26 mayo 1867), sus estudios eclesiásticos los inició en el Seminario Espicopal de Cuneo, fue Ordenado Salcedote en la basílica de San Juan de Letrán, Roma, por Monseñor Francesco Cassetta; oficiando seis dias después su primera misa en la Capilla de la Escuela Apostólica en la misma ciudad (jueves, 25 diciembre 1896). Poco tiempo después obtiene la licenciatura en Teología (Roma, 10 de abril 1897) y tres meses mas tarde un doctorado siendo su tesis: “El Misterio de la Trinidad desde el punto de vista filosófico.”
En octubre del 1897 llega a Caracas, alojándose en el Seminario Santa Rosa de lima, en el cual da clases de Teología Moral y Primero de Latín, al siguiente año es Vicerrector y profesor de segundo de latín y química; dos años pasa en Venezuela, tras los cuales pasa a Curazao en donde embarca en la Goleta Leonor en compañía del Sr. Felipe Cartagena Hinojosa con destino a Santo Domingo, pasando luego a San Pedro de Macorís, en cuya parroquia acompañó al Padre Antonio Luciani, de dicha ciudad retornó a Santo Domingo en donde labora en la Catedral, es encargado de la dirección del Seminario y de la Escuela Preparatoria, luego al inaugurarse un nuevo local para el Seminario anexo al Convento Dominico, es nombrado Director, Prefecto de Estudios y Capellán del Convento Dominico y de San Andrés, funda un periódico que es órgano del Apostolado de la Oración.
Es nombrado en el 1903 Cura Interino de Montecristi, sustituyendo al padre Honorio Liz Salcedo, el cual pasó a Moca como párroco; en Montecristi funda el Apostolado de la Oración y enseña, en la escuela publica, ese mismo año pasó a La Vega, en donde establece el colegio San Sebastián, un asilo para pobres al cuidado de las Hermanas de la Caridad; construye una Capilla a Jesús Crucificado; por haber recibido la licencia correspondiente inicia la bendición e imposición de los escapularios del Carmen, Santísima Trinidad, Nuestra Señora de los Dolores, Pasión e Inmaculada, construye una iglesia a San Antonio (donde está hoy la del Colegio Inmaculada), traduce al español del latín “ Preparación a la Muerte”, así como “Mater Amabilis” el Abate Duhaut, la cual publica en La Vega, al igual que la traducción de “Meditaciones, soliloquios y suspiros de San Agustín”.

Por recomendación del canónigo Luís A Mena es nombrado en el 1919 Capellán del Santuario de las Mercedes del Santo Cerro y encargado de su reparación; ese mismo año inicia las clases de catequesis, ordena la construcción de un aljibe cerca de la iglesia para uso de la comunidad, es nombrado confesor de las Hermanas de los Dolores de Nuestra Señora de la Altagracia del Cibao; otras de sus obras fueron la erección del Vía Crucis en el Santuario y luego en el camino que va de Carrera de Palmas al Santo Cerro.

Fue confesor de las Hermanas de los Pobres, Hermanas Mercedarias y Hermanas Terciarias Franciscana y Hermanas de la Caridad. Erigió la Orden Tercera Franciscana en el Santo Cerro y la Cofradía de Nuestra Señora del Carmen.

Fue párroco en Salcedo, Jarabacoa y Bonao, Miembro del Tribunal Eclesiástico de la Republica y Prelado Doméstico. En el Santo Cerro estableció una escuela para la formación de los catequistas de las comunidades de Moca, Salcedo, San Francisco de Macorís y Bonao.

Como sacerdote dedicó las 24 horas del día a los feligreses.



Francisco Torres Petitón
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