El origen de la Orden Mercedaria esta en la visión que tuvo el fraile francés Pedro Nolasco, en la cual vio una Señora vestida de blanco con una cadena rota en sus manos la cual le pidió que fundara una congregación que se encargara de la liberación de los cristianos que estaba cautivos de los moros, al día siguiente fue donde su confesor el Fraile Raimundo de Peñafort para contarle su sueno, mientras le hacia la narración llego el rey de Aragón Don Jaime, el cual habia tenido el mismo sueno, ordenándole este a Pedro Nolasco que cumpliera la petición de la Divina Señora, creando una orden bajo la invocación de Santa Maria de la Merced el viernes 10 de agosto del 1218, en su fundación canónica estuvieron presente el Obispo Don Berenguer de Palou con su clerecía, el Rey Don Jaime I de Aragón con su corte y el pueblo.
El Obispo revistió a Pedro Nolasco y 13 jóvenes de las nobleza de Barcelona con un habito blanco, recibiendo de estos su profesión religiosa y su consagración a Dios y al servicio de los cautivos. El Rey tomo bajo su protección la Orden y les dio la cruz de la Catedral de Barcelona para ser agregada al Escudo; recibiendo la Orden el Nombre de “Celestial, Real y Militar Orden de Nuestra Señora de la Merced, Redención de Cautivos”, nombre que luego paso a ser “Orden de la Bienaventurada Virgen Maria de la Merced” y hoy “Orden de la Merced”.
El miércoles 17 de enero del 1235, el Papa Gregorio IX aprobó la Orden mediante una Bula, agregándole la practica de la Regla de San Agustín. El religioso mercedario se comprometía mediante un voto a dar su vida, de ser necesario, si con ello logra la libertad de un cautivo que esta en peligro de perder su fé. Estos religiosos iban por tierras dominadas por los sarracenos para redimir cautivos; debiendo tener estas cualidades: Parco en el comer y beber, sabios en Teología y prudentes en la compra de los cautivos. Se calcula que lograron liberar unos 80,000 cristianos presos de los mahometanos, siendo su última redención la efectuada en el 1779 en Túnez. Las crónicas hablan de que alrededor de 1,500 religiosos fueron martirizados en los tres primeros siglos de vida de la Orden, por haber quedado como rehenes con el fin de liberar cautivos.
En principio la Orden nació con carácter laico y militar, pero en la misma no faltaron sacerdotes; en órdenes del 1272 se recomendaba que el compañero del Maestro General que iba de visita a las casas debía ser un sacerdote que pudiera oír las confesiones de los religiosos. En el 1317 durante el Capítulo General (reunión) en Valencia, la Orden pasó de laica a clerical.
Además de San Pedro Nolasco, la Orden tenia otros religiosos mártires: San Serapio Scott, San Pedro Pascual, San Pedro Armengol, San Ramón Nonato, Santa María de Cervellón (primera religiosa mercedaria) y la Beata Mariana de Jesús.
Mercedarios que se destacaron en América, Juan Infante, acompaño a Colon en sus dos primeros viajes, inicio la devoción a las Mercedes en el Santo Cerró. Juan de Solórzano vino junto a Juan Infante en el segundo viaje de Colon, planto la primera Cruz en Cuba y es el primer mártir de América.
Francisco de Bobadilla intervino ente Pizarro y Almagro para lograr su reconciliación.
Antonio Rendón y Antonio Correa, evangelizaron los araucanos (Chile).
Hernando de Gradana celebró la primera misa en Guatemala.
Cristóbal de Albarrán, evangelizador de indígenas del Sur del Perú y Argentina.
Luís de Valderrama, apóstol de Argentina.
Martín de Victoria, apóstol del Ecuador.
Juan de San Lázaro, apóstol de Paraguay.
Francisco Ponce de León, predicador de indígenas en el Amazonas.
Diego de Porres, evangelizo el sur del Perú y el Alto Perú.
La Virgen de las Mercedes fue declarada Patrona de la ciudad de Santo Domingo en el año 1616 por el Cabido Secular de la ciudad y el domingo 14 de agosto del 1740 el Rey Fernando Treviño dispone para complacer una solicitud de la Real Audiencia que la festividad de las Mercedes sea el día 24 de septiembre en lugar del día 8.
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